♏︎ Honrando a la Vida y la Muerte

Cada noviembre, naturalmente se me vienen a la mente los temas de la muerte y la fragilidad de la vida. Esto se debe al otoño y a las temperaturas más frías que trae consigo. Este periodo parece evocar la memoria de cómo era la vida humana antes de la era moderna. Quizás cuando más personas estaban en sintonía con las estaciones, ya que su bienestar dependía del clima, de la cantidad de lluvia y de la cosecha de verano, factores que determinaban la vida o la muerte. Hoy en día (en el Occidente) es fácil distanciarse de la muerte, con las funerarias y una cultura de duelo silencioso. Sin embargo, la gente común del pasado solía ser muy consciente de la muerte y la tragedia. La exposición a los aspectos más duros de la realidad trae consigo sufrimiento, perspectiva y aumenta nuestro respeto por la vida. La muerte le da sentido a la vida.

Esto podría explicar por qué encontramos culturas de todo el mundo con festividades centradas en los muertos o en la muerte en sí. Lo fascinante es que la mayoría parecen celebrarse entre finales de octubre y principios de noviembre, coincidiendo con el otoño. Celebraciones como el Día de Muertos en México, el Festival Obon en Japón y casi una docena más aprovechan esta época para rendir homenaje a los difuntos. Esto tiene sentido si consideramos que, durante la mayor parte de la historia agrícola, los periodos más fríos, con su menor cantidad de luz solar, o el aumento de las lluvias en los entornos tropicales, pudieron haber significado la muerte para muchas personas y animales. Esta conciencia de la muerte puede ayudarnos a conectar y comprender mejor con los misterios de la naturaleza y el universo.

El otoño es una época de reflexión y despedida, y está ligado al octavo signo del zodíaco, Escorpio. En este blog exploramos estos temas —y muchos más— a través de la historia y el simbolismo de este signo zodiacal.

♏️ Escorpio: Muerte, Transformación, y Renacimiento

Comencemos con su simbolismo clave:

Escorpio está regido por Marte y Plutón. Marte representa la acción y el deseo, mientras que Plutón representa la transformación y la profundidad. Juntos encarnan el poder transformador de la energía del deseo creativo.

Este signo también está íntimamente conectado con los finales y los comienzos, así como con los ciclos y los patrones. Esto se debe a que el número 8 es un símbolo de infinito horizontal (∞), lo que alude al tema de la vida después de la muerte y nos invita a reflexionar sobre estos temas difíciles.

El otoño, con su decadencia característica –junto a la caída de las hojas y la cosecha– nos ayuda a ver la muerte en la naturaleza como un preludio al renacimiento de la vida en primavera.

A través de la escritura, la meditación y la oración, una pregunta que me gusta considerar es:

¿Cómo puedo honrar mi proceso de renovación interior?

Escorpio simboliza el estudio de los ciclos, los patrones y los misterios en su totalidad.

La práctica para explorar con Escorpio consiste en elevar nuestra energía del deseo. Esto implica preguntarse: "¿Por qué hago lo que hago?" La intención y la visión que iniciaron el viaje en Aries progresan naturalmente a través de cada signo.

La energía del deseo creativo puede ser sana o nociva, especialmente si nos obsesionamos con placeres poco saludables como el sexo, la comida y las posesiones materiales. El reto en cuestión es: ¿Cómo vamos a satisfacer nuestras metas, nuestros deseos y nuestras necesidades?

Escorpio nos enseña, como el aguijón de Orión, que sin intenciones puras, nuestras acciones se vuelven tóxicas. Esta es la lección de traer la sombra a la luz que aquí desarrollamos.

La Historia del Signo

Originario de la constelación de Escorpio, que abarca de 210° a 240° de longitud eclíptica, en la astrología tropical moderna, el Sol transita por Escorpio del 19-24 de octubre al 19-24 de Noviembre (fecha que varía en el calendario gregoriano).

El origen de Escorpio se encuentra en la antigua astrología babilónica y en el zodíaco Egipcio de Dendera.

Antiguo Egipto

Una de las representaciones más antiguas conocidas del zodíaco es el antiguo mapa celeste egipcio que coronaba el techo de una capilla dedicada a Osiris en el templo de Hathor en Dendera. Contiene imágenes del escorpión y los doce signos del zodíaco, los decanos (grupos de estrellas) y los cinco planetas conocidos por los antiguos egipcios, todo ello dispuesto en una configuración que coincide con su calendario.

En su quinto mes, asociado con la diosa de la vida, consideraban que el velo entre la vida y la muerte era más tenue, por lo que celebraban la Gran Fiesta del Brasero. Este festival conmemoraba a los ancestros, quienes eran invitados de regreso al mundo de los vivos para una fiesta anual en los hogares de sus descendientes. Los ritos incluían encender antorchas y braseros para guiar a las almas de los ancestros difuntos de regreso de la oscuridad del inframundo.

El Escorpión también se asociaba con la diosa Nun, la más antigua de las deidades egipcias y madre de Ra, el dios del sol. El nombre de Nun significa "aguas primigenias" y, por lo tanto, representaba las aguas del caos a partir de las cuales Ra-Atum inició la creación.

El glifo que representa a Escorpio (♏), una M con una flecha, según el "Diccionario de Símbolos", está vinculado a la letra hebrea mem, cuya cola representa la cola de un escorpión o la punta del símbolo de Marte. Virgo también se representa con mem, con el símbolo fenicio del pez añadido. En general, los símbolos con forma de "M" de diversos tipos representan el agua. Se cree que mem deriva del jeroglífico egipcio que significa agua.

Las ideas de muerte y regeneración se han asociado durante mucho tiempo con este signo.

Babilonia Antigua

En la mitología babilónica, Escorpio era conocido como Girtab, el Escorpión, guardián de las puertas del inframundo. Marcaba una época de oscuridad y descenso, asociada tanto con la protección como con el peligro. El Escorpión se erguía como centinela entre mundos, un recordatorio de las fuerzas invisibles que guían la transformación y la regeneración.

Cabe destacar que las pinzas del escorpión, que representan la balanza de Libra, y posteriormente la cola/flecha de Sagitario, están relacionadas. Escorpio, Libra y Virgo fueron considerados durante mucho tiempo un solo signo.

Antigua Grecia

Se especula que, antes de los griegos, el zodíaco constaba de solo diez signos y que Libra (la Balanza) se incorporó dividiendo la constelación de Virgo-Escorpio (en aquel entonces un solo signo) en dos partes, estableciendo así el equilibrio entre los signos ascendentes del norte y los descendentes del sur.

La constelación de Escorpio se representa comúnmente con el escorpión, figura emblemática del mito griego de Orión, el poderoso cazador que se jactaba de poder matar a cualquier bestia de la Tierra. En respuesta, Gea (la Tierra) envió un escorpión para derribarlo. Tanto Orión como el escorpión fueron colocados en el cielo; Orión se oculta mientras Escorpio asciende, simbolizando la danza eterna entre la vida y la muerte.

Antigua Roma

En la mitología romana, Aries se convirtió en Marte y Hades en Plutón, perpetuando así su asociación con la muerte, la pasión y el inframundo.

Ahora podemos empezar a ver la conexión entre Virgo, Libra y Escorpio, y por ende, con todo el Zodíaco, como un sistema para identificar los astros y organizar festivales y días sagrados. Sin embargo, siempre hay más de lo que se ve a simple vista. Existe información oculta que espera ser descubierta y comprendida. Esta es la búsqueda de la verdad y del conocimiento superior.

Sabiduría Antigua Oculta?

Una curiosa posibilidad en la historia de Escorpio se descubrió en los pilares de piedra caliza de Göbekli Tepe (adjunta aquí), en la actual Turquía, posiblemente más antigua que las pirámides. El pilar presenta un tallado que representa un ave con las alas extendidas, aves más pequeñas, un escorpión, una serpiente y un círculo rodeado de líneas onduladas. Aunque pueda parecer una colección aleatoria de figuras, la disposición gira en torno al sol, situado sobre el escorpión y en equilibrio sobre las alas del ave.

Esta composición refleja la posición del sol cerca de la constelación de Escorpio, alineada con el plano de la eclíptica. La iconografía sugiere una comprensión temprana del movimiento celeste, posiblemente incluso la precesión de los equinoccios, lo que implica que los constructores de Göbekli Tepe codificaron su conocimiento astronómico en la piedra. Su deliberado entierro poco después de su construcción no hace sino profundizar el misterio de este antiguo monumento, datado en unos 12,000 años de antigüedad. (Alrededor del 9000 a. C.)

Descubramos los aspectos más profundos que representan Escorpio y sus arquetipos.

Arquetipos de Escorpio: Símbolos de Transformación

Marte es uno de los 7 planetas clásicos y representa la acción, el esfuerzo, las emociones, la ambición, la intensidad y la masculinidad.

Plutón se asocia con el cambio, los extremos, el trauma, la agitación y el control.

Juntos, estos nos enseñan a conectar la raíz de nuestros deseos con la acción audaz.

Escorpio representa la realidad del sufrimiento, la muerte y el propósito de la vida.

Escorpio es un signo fijo de agua. Esta combinación astrológica lo hace emocionalmente profundo e intuitivo (agua), pero también obstinado y persistente (fijo).

Tarot: La Muerte es la carta decimotercera de los Arcanos Mayores del Tarot y se asocia con Escorpio. En ella se representa una figura esquelética vestida con armadura negra, montando un caballo blanco, símbolo de inevitabilidad y muerte. Debajo de ella yacen figuras de todas las clases sociales: un rey, un niño, una doncella y un obispo, simbolizando que la muerte no perdona a nadie y marca un tránsito universal. Al fondo, un sol nace entre dos torres, aludiendo a la renovación y a la naturaleza cíclica de la existencia. Esta carta representa finales, transiciones y profundos cambios interiores. Nos invita a soltar lo que ya no nos sirve y a abrazar lo desconocido, recordándonos que todo final es la puerta a un nuevo comienzo.

Símbolos de Transformación

Lo más importante es que Escorpio está representado no solo por el escorpión, sino también por la serpiente y el águila. Al escorpión se le llamaba el calumniador, símbolo del engaño y la perversión por los musulmanes; la serpiente, a menudo simbolizaba la sabiduría; y el águila, signo de la iniciación oculta, representa el símbolo más elevado y espiritual de Escorpio, en el que trasciende su naturaleza venenosa e inferior.

El trio del escorpión, la serpiente y el águila/fénix reflejan el viaje arquetípico de Escorpio: comenzar en las profundidades, desprenderse de lo superfluo y, finalmente, ascender a una mayor consciencia. Los tres animales poseen un profundo simbolismo iniciático, que refleja etapas de transformación. Un aspecto clave aquí es el simbolismo de la metamorfosis y el ciclo continuo de muerte y renacimiento que define la esencia de Escorpio y revela la capacidad del alma para evolucionar mediante el autoconocimiento.

Como Escorpio y Tauro son opuestos complementarios en el zodíaco, su simbolismo está estrechamente entrelazado. Como escribe Hon. E. M. Plunket en «Calendarios y Constelaciones Antiguas»:

"El Escorpión (la constelación de Escorpio del Zodíaco opuesta a Tauro) se une a Mitra en su ataque contra el Toro, y siempre los genios de los equinoccios de primavera y otoño están presentes en actitudes alegres y melancólicas."

Ureo

Los egipcios, los asirios y los babilonios identificaban al sol como un toro y llamaban al zodíaco una serie de surcos por los que el gran buey celestial arrastraba el arado del sol. Por ello, el pueblo ofrecía sacrificios y paseaba por las calles bueyes engalanados con flores y rodeados de sacerdotes, bailarinas y músicos. Sus gobernantes no participaban en estas ceremonias simbólicas, pero las promovían como las más adecuadas para la población. Aquellos pocos que poseían un conocimiento más profundo de los movimientos astrológicos llevaban el Ureo, la Serpiente de Escorpio, en la frente.

El Ureo está vinculado al símbolo de la corona y la realeza, estrechamente asociado en la antigüedad con el privilegio y el conocimiento divinos. De igual modo, el águila (o el fénix) era un símbolo de poder, presente en los escudos de armas de numerosos imperios a lo largo de la historia.

Intercambiable con Escorpio, símbolo y constelación de Aquila, el águila es vista por Hércules mientras lucha contra la hidra, recordándole su misión superior. Alice Bailey ofrece una excelente nota sobre las constelaciones relacionadas con Escorpio:

Hay tres constelaciones relacionadas con Escorpio que son sumamente interesantes. Primero, está Serpens, la serpiente de la ilusión, la misma que encontramos en el Génesis, que engañó a Eva. La segunda es Ofiuco, el hombre que lucha con la serpiente. El antiguo zodíaco representa a la serpiente en manos de este hombre. La sujeta con ambas manos y pisa su corazón, que es la estrella roja del deseo. Mientras lo hace, mira hacia la constelación que vimos en Libra, la corona. Así, tenemos a la personalidad, simbolizada por Ofiuco, luchando [154] con la serpiente de la ilusión, con la corona ante sí, a la que aspira. La tercera constelación se llama Hércules y representa al aspirante mirando no a la corona, sino al águila, Aquila. La personalidad mira la corona, pero dice: «Estoy pasando por un momento muy difícil, mi entorno está en mi contra, las condiciones en mi hogar son difíciles, pero algún día obtendré una corona». Hércules, el discípulo, no se preocupa por la corona; su mirada está puesta en el águila, el aspecto espiritual. Está absorto en ese maravilloso símbolo de luz que emerge, el cual hace posible toda victoria. Mantén la vista fija en el águila; invoca el fuego; no mires al suelo; céntrate en la divinidad.

Maestría y Renovación

Escorpio nos enseña a dominar nuestra energía y usarla para el mayor bien. Al ser símbolo de la muerte, también se conecta con la purificación interior, la redención y la salvación.

El desafío de Escorpio se explora primero en lo inexplorado, lo no afrontado y lo oculto.

Durante la temporada de Escorpio, se nos invita a enfrentar nuestra sombra interior, que simboliza los profundos desafíos psicológicos y emocionales que debemos aprender a dominar y transformar. A través de la comprensión, podemos conectar mejor con nosotros y con los demás. Esta es la base del aprendizaje y la adquisición de conocimiento, como también la magia de ordenar las cosas en nuestras vidas. Lo vemos en sistemas numerados y progresivos o en el proceso alquímico.

Los sistemas nos ayudan a comprender y mejorar diferentes aspectos de nosotros mismos, porque la organización nos permite integrar y procesar mejor ese conocimiento.

Escorpio enseña que la verdadera transformación ocurre cuando descendemos a las profundidades, confrontamos la sombra directamente y tomamos conciencia de lo que estaba oculto. La sombra puede manifestarse en aspectos negativos como la lujuria, la comodidad, el materialismo, el miedo, el odio, el orgullo y los deseos más bajos.

Superar el orgullo y otros aspectos negativos de la mente humana se refleja en los mitos de Escorpio. Como el cazador Orión, que actuaba sin pensar, matando a todo aquel que se cruzaba en su camino hasta que él mismo pereció; así como también en la ira descontrolada de Aries y en las maldades de Hades, sus mitos nos recuerdan la importancia de mantener el equilibrio entre nuestras acciones y emociones.

"No presumas, hijo mío, sino demuéstrame la naturaleza de esa libertad que sientes. De nuevo en Escorpio, ¿lucharás contra el deseo? ¿Te mantendrás libre o la serpiente te atrapará con sus artimañas y te arrastrará a la tierra? ¿Qué harás? Prepárate para demostrar tus palabras y tu libertad. No te jactes, hijo mío, sino demuéstrame tu libertad y tu profundo deseo de servir." -Bailey, A. en "Las 12 Labores de Hércules"

En este signo aprendemos que la humildad y la acción discernida son necesarias para impulsar el cambio. Reconocer la verdad permite una conexión genuina y disuelve cualquier ilusión de superioridad.

La "batalla" es una entrega interna y una purificación de motivo, de emoción y mente, a través de la cual el alma emerge renovada, capaz de un amor más profundo y preparada para la siguiente etapa de la vida.

Qué es la Muerte?

La muerte es la entrada a una vida más plena, una experiencia más completa, una comprensión y un alcance mayores. La muerte puede significar muchas cosas. Quizás signifique dejar atrás una vieja emoción, o esa muerte del yo inferior para que el alma pueda ser expresada un su forma más pura. El fin de ideas o dogmas arraigados que han gobernado nuestras acciones, dejándonos con la duda de cómo pudimos pensar como lo hicimos. Es valioso aprender a comprender la muerte en sus diversas facetas. El pasado debe morir y solo tenemos el presente, por eso la muerte le da valor a la vida.

Estamos destinados a vivir y morir, permitiendo que el alma sea testigo de todas las formas en que cambiamos y aprendemos. El alma está aquí para aprender y crecer.

Así se pone a prueba nuestra capacidad para superar los deseos básicos y transformar la energía en una expresión con propósito. El infinito que reside en nuestro interior clama por ser comprendido. Percibimos y proyectamos lo que no entendemos a través del miedo, pero cuando iluminamos nuestro mundo interior, la ilusión se disuelve. El miedo es normal, pues sin él no habría valentía, y la cueva interior a la que tememos entrar guarda el tesoro que necesitamos. Escorpio, por lo tanto, nos da el poder de sacar a la luz lo que pesa. Dejemos que lo oculto vea la luz del día para que pueda ser afrontado y transformado.

Aquí es donde nos encontramos con la divinidad que reside en nuestro interior y nos comprometemos a sacrificarnos y servir al espíritu.

Como llegamos con las manos vacías, así regresaremos. Entonces, ¿qué es lo realmente importante? ¿Qué experiencia grabaremos en nuestra alma?

¿Qué te llevarás contigo al morir?

Que sea el amor incondicional.

Que sea la verdad objetiva.

Que sea tu individualidad soberana.

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